ejercicio XV, de cómo teniendo a la química aliada con electrolitos salen grabados bonitos (mordida por electrolisis pasiva y técnica de Hayter)



grabado por electrolisis pasiva (técnica de Hayter): Souvenirs de ton beauté


Por esta vez dejaremos a un lado la temática de la angustia vital. Patricia me ha comentado que la técnica que vamos a tratar aquí es especialmente adecuada para motivos geométricos. Así que, dándole vueltas a la cabeza me vi observando una escultura de las mías a la que puse de nombre recuerdos de tu belleza y que es muy geométrica. Cogí un lápiz, papel y estuve haciendo bocetos desde varios puntos de vista. El que se puede observar en el grabado es el que más me satisfizo.

Antes de nada un enlace: http://tecnicasdegrabado.es/2012/hayter-piensa-en-leche-y-miel del magnífico blog de María del Mar Bernal. Con él me evito explicar la técnica de Hayter en cuanto a aplicación de colores. Y un recordatorio, el libro imprescindible de Alfonso Crujera, citado en ejercicios anteriores. El grabado electrolítico pasivo (sin aplicar electricidad) es uno de sus ejercicios estrella muy bien explicado. Yo seré más pedestre y contaré en pocos pasos y alguna fotografía mi experiencia con este proceso y aquella técnica.

Empecemos. Primera variación sobre el ejercicio anterior: no usaremos como matriz una plancha de cobre, sino una de zinc. La plancha de cobre la necesitaremos como cátodo y para conectar el ánodo (la plancha de zinc) y el cátodo dentro de la solución salina de sulfato de cobre. Pero no nos adelantemos. Como dice Lope de Vega en uno de sus versos: pasito, quedito, amor. Pues vamos quedo, que en grabado es el camino para hacer un trabajo fructífero.

Necesitaremos un bidón de plástico de 5 litros o más, de los usados para líquido anticongelante del coche. Cortaremos lo más arriba posible en sentido horizontal, esto es, la parte del tapón y el asa del bidón. Como suele ser rectangular, tendrá una base estable para evitar que se derrame. Procederemos a abrir 4 ranuras paralelas en la zona de corte superior de las paredes laterales más estrechas, con un espesor equivalente al de una plancha de cobre y una profundidad de unos 2 centímetros. El par de ranuras en cada pared lateral tendrá una separación de unos 3-5 centímetros (a mayor separación menor efecto de la mordida).

Prepararemos una solución salina de sulfato de cobre en la siguiente proporción: 250 grs. de sulfato de cobre por cada litro de agua destilada (este detalle es muy importante, no vale la del grifo). ¡ATENCIÓN! OBLIGATORIO USO DE MÁSCARA ANTIPOLVO Y DE GAFAS PROTECTORAS. El sulfato de cobre es muy nocivo por inhalación en estado sólido en polvo, no así una vez disuelto en el agua. Haremos cantidad suficiente para rellenar el bidón excepto en los últimos 5-7 centímetros de su nivel de capacidad (lo mejor es medir la plancha de zinc y la de cobre, que deben ser del mismo tamaño, poniéndolas dentro del bidón de pie -sólo cabrá normalmente si es tamaño a5 en sentido apaisado y no al revés-, pues ambas deben estar totalmente cubiertas por la solución.

Prepararemos una tira de cobre en forma de U lo suficientemente larga para que podamos pasarla por las 4 ranuras que quedarán así conectadas. El ancho debe ser al menos el de la profundidad de las ranuras. esta tira NUNCA DEBE ESTAR EN CONTACTO CON EL ELECTROLITO O SOLUCIÓN SALINA. Por tanto, el límite de llenado de la solución debe estar al menos 2 centímetros por debajo.

La plancha de cobre bien desengrasada deberá tener añadida una tira de cobre de medio centímetro de ancho y de largo el suficiente para que desde el centro de la plancha sobrepase lo suficiente para que doblándola en U podamos fijarla a la tira de cobre que hemos colocado en las ranuras. Debe aquella tira de cobre ser fijada a la plancha mediante aeronfix u otra cinta adhesiva plástica que recubra dicha tira y toda esa cara de la plancha que irá colocada de manera que no se vea enfrentada con la plancha de zinc. Antes de fijarla a la plancha se lijará ambas superficies de contacto de cobre con cobre. Se añadirá como protección una tira de aeronfix o similar desde la zona libre de contacto con la plancha de cobre hasta la altura suficiente para no estar expuesta a la solución salina. Con ello sólo estará expuesta a dicha solución o electrolito la plancha de cobre por una solo de sus caras, la enfrentada a la plancha de zinc que vamos a morder. Como curiosidad se ha de decir que se va a producir un efecto de galvanizado, por el que la plancha de cobre se recubrirá en su superficie por micropartículas de zinc mordidas de la matriz de zinc, con lo que si queremos podemos usarla luego para grabados en relieve.

Ya tenemos preparado el electrolito o solución y su envase o depósito. Ahora en una bandeja de plástico de unos 10 centímetros de fondo y el suficiente ancho para que quepa tumbada y sumergida la matriz, colocaremos agua y estropajo de acero o lana de acero, que hará que elimine el óxido fruto de la corrosión de la mordida sobre el zinc. Aquí quedará decantando el resto de metal de la mordida, y tanto el líquido como el sólido de la bandeja deben llevarse a un punto verde de desechos y nunca arrojarse por los desagües por ser muy contaminantes. A su lado colocaremos otra bandeja con una mezcla de vinagre o sal para la limpieza completa.

Es el turno de preparar la matriz de zinc que habremos desengrasado, como se ha explicado en ejercicios anteriores. Se cubrirá con aeronfix o cinta plástica autoadhesiva. Previamente se hará como en la plancha de cobre anterior que sirve como cátodo (colocación de tira de cobre no de zinc, con lijado previo de la superficie). He dejado a los lados parte del plástico adhesivo para cubrir completamente los bordes y evitar que sufran la mordida. Una vez bien colocado el material adhesivo se puede pasar el dibujo elegido con un calco o dibujar directamente con tinta permanente.

colocación del aeronfix con la tira de cobre sobre la plancha de zinc


hay que eliminar las posibles burbujas de aire

Una vez pasado el dibujo, en mi caso de figuras poligonales, con una cuchilla o un cutter iremos eliminando las zonas que vamos a someter a mordida desde el principio, esto es, las que van a tener mayor profundidad y por tanto mayor efecto de gofrado y en su caso de tinta. Con esta técnica se consiguen mordidas muy perfiladas y profundas a modo de terrazas o niveles, por lo que hay que tenerlo en cuenta para que case bien con el dibujo que hemos elegido como tema. Iremos retirando el material plástico a medida que vayamos haciendo los turnos de mordida. Con este método la mordida es rápida e intensa y deja calidad de micropunto. Yo he usado series de 6 minutos por cada mordida. Con 20 o 30 minutos tendremos intensas mordidas en las zonas expuestas desde el primer momento.

Una vez que hemos eliminado el recubrimiento plástico que nos sirve de bloqueante, introducimos la plancha de zinc, esto es el ánodo, de cara enfrentada a la plancha de cobre o cátodo, completamente sumergida en la solución salina o electrolito. Nos ayudamos de pinzas metálicas para asegurarnos de un buen contacto de las tiras de las planchas con las del recipiente y contamos el tiempo.


planchas enfrentadas sumergidas en la solución salina y aseguradas con pinzas metálicas



Luego es cuestión de controlar los tiempos, pudiendo realizar si experimentamos diferentes tipos de texturas. En mi caso he cogido laca de bombillas la he aplicado diluida sobre zonas ya mordidas y la he arrastrado con el dedo y un paño. En algunos sitios ha permanecido y en otros se ha lavado, quedando zonas desprotegidas a la mordida de manera irregular, lo que le ha dado una textura muy interesante.

zonas mordidas tras su paso por la cubeta donde se le ha retirado las excrecencias del metal y  bañadas en la  bandeja con vinagre y sal


Podemos reservar algunas zonas que estén ya expuestas en exceso a la solución con un bloqueante, como la laca de bombillas, gomalaca, tinta de grabado, etc. Una vez que se haya mordido todas las zonas del motivo, retiramos el aeronfix y limpiamos la plancha con vinagre y sal, aclarando con agua y si existen restos de bolqueante o pegamento del plástico o aeronfix, limpiamos con alcohol o acetona. Se preparan los biseles como se ha explicado en otros ejercicios y se dispone a entintar en uno o varios colores. Yo he usado tanto en monocromo como con varios colores la tinta transparente que le da un buen juego volumétrico al motivo geométrico que había preparado.

Siguiendo el procedimiento de Hayter se aplica a la poupée tinta densa en las zonas de más hueco y sobre ella con rodillo duro otra tinta de diferente color muy diluida con aceite de linaza. En algún caso, como en el grabado que abre este ejercicio, siguiendo las recomendaciones de Patricia, la profesora de la asignatura, he recortado en acetato la zona externa del motivo y lo he entintado en dos colores, ajustando los dos trozos de acetato entintados con rodillo sobre el papel ya estampado con la matriz y aplicando el tórculo por segunda vez. Hay diferentes formas, todas combinables de aplicar color a la estampa. He usado como papel el Hahnemühle por ser más grueso para que se note en relieve la parte de gofrado y el Michel de 240 gr. por ser muy flexible.

Otras variantes de la misma plancha:













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