ejercicio XVI, de cómo con un bola de grasa y calor puede salir una obra con carácter (barniz blando+aguatinta)


grabado al barniz blando y aguatinta: S/T



He estado reflexionando sobre la temática de este año. He pensado en cómo se visualizaba la angustia vital, a través de sus posibles y variadas causas, a lo largo de la historia del Arte. Digo esto porque, haciendo cábalas con el lápiz sobre el siguiente motivo que tenía que plasmar, esto es, realizando bocetos, me salió algo parecido a un bodegón, pero más surrealista. He llegado a la conclusión de que uno de los paradigmas de la angustia vital en el Arte se vivió en el Barroco con las realizaciones denominadas "vanitas", esa especie de moraleja artística que nos viene a hablar de la futilidad de la vida en sí misma y de la naturaleza muerta como una de sus posibles expresiones. Una manzana, objeto tan vital, vivo, sensual, erótico, bello en proporción y forma, de la que sale un gusano...pero no, es un dedo humano que brota de su interior hacia afuera ¿podredumbre? ¿nacimiento? ¿eterno retorno? A saber lo que el inconsciente dicta. Enfrente un queso, de esos blandos franceses, tipo camembert, que tanto me gustan para tomar solo o untar en pan acompañado de un buen vino tinto. La gula, o mejor, cierto sibaritismo. Creo que es más el apuntalar el tema de la podredumbre: ese tipo de quesos mejora su sabor a medida que se va "estropeando", con sus agujeros, su corteza blanca de moho. Explicación...creo que ya me excedo en demasía en lo que he dicho. Lo demás que lo complete el espectador con su inteligencia.

imagen parcial del boceto


Un nuevo ejercicio, una nueva técnica indirecta: el barniz blando. En este caso nos serviremos del maridaje de dos técnicas, pues le daremos unos toques que le den cierta personalidad a la estampa con aguatinta. Pero eso será al final. Comencemos.

Necesitamos como en ejercicios anteriores una plancha de cobre. La prepararemos como ya hemos indicado en páginas anteriores. Con anterioridad se habrá comprado una bola de barniz blando (viene en este formato y recubierta de papel aluminio). Tendremos que procurarnos una fuente estable de calor, pero que no dé una temperatura alta, tipo chofereta o "plancha caliente", pues para extender el barniz previamente la plancha ha de estar caliente. Sabremos que la temperatura es la adecuada cuando al pasar la bola de barniz por la superficie de la plancha, el barniz se va pegando al hacerse menos duro (como cuando se nos funde el chocolate con el calor de las manos). Es importante extenderlo bien, para lo que usaremos un rodillo algo más ancho que la plancha. El barniz no puede quemarse por lo que si la plancha toma demasiada temperatura debe retirarse de la fuente de calor, así como el rodillo no debe estar en exceso frío, pues entonces no extenderá bien el barniz y se lo traerá de la plancha. Bastan dos o tres pasadas de rodillo en sentido perpendicular a la anterior para obtener una superficie barnizada homogénea, donde el brillo del metal haya quedado mate. Hay que dar enfriar el barniz. Ah, cuidado con los dedos!!. El barniz es muy sensible a la menor presión.

aplicando el barniz blando en bola sobre plancha caliente
plancha con barniz aplicado


Necesitamos papel parafinado para poder traspasar el motivo sobre el barniz. Al pasarlo con aquél por medio mediante una punta dura, pero no afilada, el barniz se quedará pegado al papel, dejando desprotegida la plancha en esa zona ante el mordiente. Ni que decir tiene que podemos usar varias calidades de punta y diversos tamaños: bolígrafo, ceras, lápices grasos, etc. También podemos texturizar la superficie aplicando vendas, papel de lija, madera, etc. y pasándolo por el tórculo para que quede bien impreso sobre el barniz.

papel parafinado con barniz blando adherido tras pasar la punta de un lápiz


Una vez obtenido el negativo sobre la plancha sólo hay que dejarla sumergida en el mordiente. Los tiempos aquí son cortos, por lo que hay que ir revisando la calidad de la mordida. No se suele usar bloqueante, pero si es necesario, cualquiera que admita adherencia sobre superficie grasa -la del barniz- será viable.



Posteriormente, he necesitado darle unos toques de sombra para imprimirle carácter a los primero planos, usando el aguatinta como técnica complementaria, tal como se ha explicado en páginas anteriores.

matriz con la típica mordida de aguatinta


Para entintar he usado tinta negra con algo de azul, usándola densa a la poupée para las zonas de negros intensos -primeros planos- y mezclada con tinta transparente y aceite de linaza para los grises más claros -segundos y terceros planos.


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