ejercicio XII, de cómo el interior de la madera te cuenta el secreto o como hacer un grabado a contrafibra...



Acabado el curso, estaba claro que no se iba a quedar ahí el camino abierto por la gubia. Estoy en fase de experimentación, rumiando lo aprendido en clase. Si bien la profesora Patricia me había dado algún trozo de madera cortada a contrafibra, esto es, en sentido transversal al crecimiento del árbol, he querido familiarizarme con la técnica con una madera que me he encontrado tirada por ahí, perteneciente por la textura y calidad de sus anillos a una palmera enana de las que abundan en los jardines.

He procedido al lijado intensivo de su superficie con distintos tipos de lija, usando mi lijadora orbital, empezando con papel de 40, luego 80, después 100, 150, 400, 800 hasta llegar al 1200. Al ser una madera blanda y muy fibrosa, el lijado no lleva nunca a la calidad de una madera dura como la del olivo, pero a cambio seguro que deja unas huellas en la imprimación muy interesantes. Precisamente al no tener un acabado muy liso, le he dado dos manos de gomalaca como tapaporos, como he visto en algún video de internet, lijando suavemente una vez seco. Estoy decidiendo el motivo que voy a grabar en su superficie, pero antes he querido probar entintando tal cual y estudiando el resultado. Se ha estampado sobre papel fabriano rosaspina blanco a mano, mediante baren y cuchara metálica. Es sorprendente como la naturaleza llama siempre a lo orgánico y la huella recuerda un ojo, por eso le he llamado a la estampa Polifemo.

grabado a contrafibra: "Polifemo"


He escogido a continuación un bello trozo de madera que la profesora Patricia me dejó y que ya había lijado por una de sus caras y, después de estudiar su forma, se me vino a la mente la imagen de un corazón de madera. Precisamente la madera de esta pieza es más dura que la anterior y tras su lijado queda una superficie suave, brillante casi acharolada y se observan claramente los puntitos blancos que muestran las bocas de los canalillos de la fibra de la propia madera. He hecho varios bocetos de corazones y me he quedado con uno que muestra esquemáticamente en un lado abierto el ventrículo, la válvula tricúspide, con sus fibrillas musculares que la abren y cierran, y la aurícula; y, por el otro, las distintas venillas que circundan su superficie exterior, así como el arranque de las principales arterias y venas en la zona superior.

Tras pasarlo con papel de calca y fijarlo con rotulador permanente, lo he grabado usando dos buriles, uno de punta romboidal para las líneas finas y otro rectangular para desbastar zonas más anchas. Es difícil el manejo y hay que mantener la superficie de corte del buril lo más horizontal y paralela posible a la superficie de la madera. A veces el sentido de la fibra hace que se enganche la herramienta y hay que cambiar el sentido de corte. Es imprescindible valerse de una superficie bajo la madera que facilite el movimiento de ésta, porque la herramienta tiende a cortar en línea recta por sí misma. Yo me he valido de una toalla doblada, que me facilitaba este movimiento de la pieza.

Después lo he entintado con rodillo y he pasado a estampar manualmente mediante baren y cuchara de metal sobre papel Fabriano rosaspina blanco. Este es el resultado:


grabado a contrafibra: "Le Coeur du bois"


Como se puede ver las huellas de los accidentes naturales de la propia madera se mezclan con el dibujo realizado con gubia y, además, parte del dibujo queda fuera de la superficie de la pieza, pero quería darle un toque de cierta imperfección que la naturaleza muestra en su perfecta sabiduría.

He hecho una nueva estampación de la misma matriz, con menos tinta en el rodillo a fin de que se vea aún más las imperfecciones y los cambios en la superficie de la madera. Parece que está mal estampada, pero el efecto es buscado y creo que enriquece aún más la estampa anterior:






Tras el estampado he procedido al limpiado de la tinta de la matriz, mesa de trabajo, rodillo, etc. y como tenía prisa he hecho algo poco ortodoxo: limpiar la matriz con una toallita húmeda para bebés. Curiosamente al día siguiente me he dado cuenta que las vetas de la madera sobresalían especialmente y esa superficie de aspecto muy pulido ya no lo era tanto. A veces el azar te ofrece oportunidades insospechadas, así que me he puesto a entintar de nuevo con la idea de sacar algo más la textura de la fibra de la matriz. He usado en una primera estampación papel japonés Arakaji, que se estampa en seco de forma manual, usando una tinta roja oscurecida con negro. este es el resultado:





Se puede observar junto a la línea del dibujo la textura de la fibra, lo que le otorga un carácter especial. Luego he querido repetir una vez más la estampación en papel Fabriano Rosaspina marfil, éste ya húmedo, con el mismo tipo de tinta y estampado manual y ha quedado como se ve a continuación:


grabado a contrafibra


Hablaba de experimentación, esencial en la creación artística. Sigo realizando pruebas. He retomado el primer trozo de madera de palmera y lo he entintado con una  mezcla de óleo y pigmentos puros en verde y celeste. Luego lo he estampado manualmente, como antes, sobre papel Hahnemühle de 425 grs. blanco para acuarela y sobre papel Khadi de 210 grs marfil para aguada y estos son los resultados:


grabado a contrafibra sobre papel Hahnemühle




sobre papel Khadi



No hay comentarios:

Publicar un comentario