viernes, 22 de marzo de 2013

al andar se hace camino...con la gubia




Es una oportunidad. He llegado a esta sesuda conclusión. Y todo ha sido tras viajar con mis dedos detrás de mis gubias, abriendo caminos de aventura, con mucha ilusión, ¡qué digo ilusión, pasión!, por este regalo que me he encontrado.

Hablo de la oportunidad de experimentar por los infinitos vericuetos de la actividad artística que la Facultad de Bellas Artes nos ofrece a través de la asignatura Grabado I del Grado de BBAA en este curso 2012-13, y particularmente de la profesora Patricia Hernández Rondán, a quien los dioses le premien su infinita paciencia para lidiar con el maremagnum que le hemos organizado en el aula-taller de grabado, siempre detrás de ella, siempre pidiendo, casi exigiendo su atención para que nos atendiera a nosotros -a mí, me toca a mí, no te cueles, que llevo esperando una hora!-, sus alumnos, en esa actitud de infantes medrosos de ser abandonados, de aquí para allá con tintas, matrices, gubias, dremels, rodillos y toallitas húmedas para ir limpiando lo que se iba ensuciando. Y siempre con una bella sonrisa. Gracias.

Me he asomado a esto que llaman Grabado con curiosidad, metiendo mis grandes narices por aquí y acullá para saber algo más de esto a lo que se llama obra gráfica en algunos sectores, no siempre con actitud positiva. Y todo por desconocimiento. Me confieso, también el mío, que veía algo menor lo que se ha revelado una vía estupenda e imprescindible para hablar, para expresar eso que artísticamente queremos y que a veces no nos sale como deseamos. Pero aquí el lenguaje puede ser más primario, más salvaje, libre de convencionalismos, donde el gesto y la expresión llenen lo que en otras técnicas se consigue de manera bien distinta. Y a cara descubierta, sin trampa ni cartón. Siempre en el alambre, siempre a punto de pegártela, que es lo mejor que le puede pasar al que pretende hablar con la voz de las bellas artes: experimentación.

Llevo ya un tiempo reflexionando sobre cual es mi lugar en este mundillo -universo infinito y precioso donde uno se da de bruces para perderse flotando- o como me comunico, y una de las formas de lenguaje que más me atrae es la expresionista (la ronca, a veces incomprendida y siempre bellamente fea manera de decir este soy yo y así cuento lo que llevo en mi interior). Voilá. De pronto aparece el grabado, técnica tan antigua como el hombre cuando deja al mono atrás, para decir con ese negro sobre blanco, con esos colores enmarcados, que tras esa mágica ventana, que conforma el margen del papel, habita un mundo que no se queda en las dos dimensiones, sino que llega a una más elevada, la de la comunión de espíritu entre espectador y creador o su obra, su huella personal.

En mis inmersiones por blogs como éste ( blog.milpedras ),libros, catálogos, videos e internet, hay imágenes de obras cumbres del grabado que no puedo olvidar. Por supuesto la imprescindible Kätte Kollwitz y el único Kirchner, pero también Valloton, Matisse y Gauguin o el más actual Tony Bevan. Y esto sólo es el comienzo!!!...

Edu Molina


Tony Bevan

Käthe Kollwitz

Felix Valloton

Ernst Ludwig Kirchner

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